Unos de los legados más significativos de la NES fue la saga Castlevania, la historia de la familia Belmont que juró levantar su látigo caza vampiros para dar caza a Drácula, el temido vampiro de Transilvania (y también a todas las velas de los castillos, aprovechando xD). El traspaso de esta saga a los 16 bits era esperable, por lo que cada uno de nosotros que tuvo en sus manos este juego se pudo maravillar a niveles increíblemente superiores de los esperados.
TRAMA:
Drácula, volvía otra vez a la vida y sólo había alguien capaz de hacer frente a su poder. Un hombre descendiente del más famoso clan de cazadores de vampiros, Simón Belmont, quien empuñando el arma de su familia, el látigo apodado Vampire Killer, estaba dispuesto a cumplir con la carga que acarreaba su linaje.
Como se puede ver, la historia es parecida a la de las anteriores entregas y ni siquiera Simón , el protagonista, era entonces un desconocido ya que otros juegos de la saga como Vampire Killer (MSX-1986), Castlevania (MSX, NES-1986), Castlevania 2: Simon’s Quest (NES-1988), Haunted Castle (Arcade-1988) eran protagonizados por él. Pero a pesar de todo, el juego aportaba más, mucho más.